El pasado domingo 19 de octubre el Gijón Rugby Club se desplazó a Grado para disputar un partido amistoso contra el Pilier RC. El encuentro comenzó a las 12:30 del mediodía en el Campo Municipal de Grado, y el Gijón salió a por todas; consiguiendo anotar un ensayo a los pocos minutos, tras un fallo defensivo del equipo local. La patada fue buena y el marcador daba ventaja a los rojiblancos. Una ventaja que no tardaron en aumentar con otro ensayo transformado.
El marcador no se mantuvo a cero por mucho tiempo para los locales, que transformaron un golpe cometido por el equipo de Gijón, poniendo el 3-14 en el minuto 11 de la primera parte. El GRC demostraba su superioridad, con la posesión del balón y aprovechando los fallos de la defensa azulgrana. Tras una extraña jugada en la veintidós local llegó el tercer ensayo para los gijoneses, que aumentaban distancias, aunque no transformaban.
Pocos minutos después el GRC volvía a estar en veintidós local presionando. Esta vez un fallo en melé del Pilier de Grado acabó poniendo el 3-26 en el marcador. El partido se ponía cuesta arriba para los moscones, que vieron como los de Gijón anotaban de nuevo tras una touche en corto a 5 metros.
La defensa del Pilier era férrea por el centro del campo, lo que llevó a los rojiblancos a utilizar la velocidad de sus tres cuartos para lograr de nuevo llevar el oval a zona de marca, poniendo el 3-36 en el marcador. No tardaron en volver a ensayar, y esta vez sí transformaron los visitantes; cerrando la primera parte del partido con un parcial de 3-43.
En la segunda parte los de azulgrana salieron con ganas, a pesar del abultado y desfavorable resultado. Un mal pase interceptado hace que los locales anoten su primer ensayo, que no consiguen transformar. A pesar de la dosis de energía que supuso este ensayo para los de Grado, los fallos en colocación y placaje dieron facilidades al GRC que volvió a sumar siete puntos.
Aún faltaba la mitad de la segunda parte cuando el Gijón Rugby Club aprovechaba de nuevo la banda para entrar en la zona de marca local, anotando otro ensayo. La falta de acierto en las patadas evito que la diferencia de puntos fuese aún mayor. No dieron tregua los tres cuartos rojiblancos, y el cansancio hacía mella en los jugadores del Pilier. La defensa no retrocedía, no flotaba, y esto favorecía la entrada por el ala de los jugadores visitantes. Así llegó el 8-62 al marcador.
Finalmente el Gijón Rugby Club sentenció al Pilier de Grado con dos ensayos más y una transformación. Este fue el colofón a un encuentro amistoso en el que todos los jugadores del GRC tuvieron sus minutos de gloria; desde los más jóvenes hasta los más veteranos, fueron parte del meritorio 8-74 final.